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lunes, 11 de diciembre de 2017

¡Todo es de regalo!
2017-12-11
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; […] es don de Dios (v. 8).
El Café Rendezvous, en Londres, tiene luces agradables, sillones cómodos y una atmósfera con aroma a café. Lo que no tiene son precios. Empezó como un negocio de una iglesia local, pero, al año, fue transformado. Los encargados sintieron que Dios estaba llamándolos a hacer un cambio radical: todo lo que ofrecían en el menú sería gratis. Hoy puedes pedir café, tortas o sándwiches sin costo. Ni siquiera hay un tarro para donaciones. Todo es de regalo.
Le pregunté al gerente por qué eran tan generosos. «Simplemente, estamos tratando a la gente como Dios nos trata a nosotros —dijo—. Él nos da igual, sea que le agradezcamos o no. Es generoso con nosotros más allá de lo imaginable».
Jesús murió para rescatarnos de nuestro pecado y reconciliarnos con Dios. Resucitó y ahora vive. Debido a esto, todos nuestros errores pueden ser perdonados, y hoy podemos tener vida nueva (Efesios 2:1-5). Y una de las cosas más asombrosas es que todo es gratuito. No podemos comprar la vida eterna que Jesús ofrece. Ni siquiera podemos donar para pagarla (vv. 8-9). Es todo de regalo.
Cuando sirven tortas y cafés en el Café Rendezvous, esas personas están reflejando la generosidad de Dios. La vida eterna se nos ofrece a ti y a mí porque Jesús pagó la cuenta. — Sheridan Voysey

Señor, quiero tomar del agua de la vida gratuitamente.
La vida eterna es un regalo listo para ser recibido.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Una comida recordando viejos tiempos y haciendo planes, Gracias Jose y Kathy por vuestra visita.

somos humanos

Somos humanos
2017-11-25



… sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables (1 Pedro 3:8).
Cuando le pidieron que definiera su rol en una comunidad que a veces no cooperaba con el cumplimiento de la ley, un jefe de policía reflexionó: «Somos seres humanos que trabajan con seres humanos en crisis».
Su humildad, al admitir su igualdad de condiciones con los demás, me recuerda las palabras de Pedro al escribir a los primeros cristianos que sufrían bajo la persecución romana: «Sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables» (1 Pedro 3:8). Tal vez, lo que Pedro estaba diciendo era que la mejor respuesta frente a seres humanos en crisis es ser conscientes de que somos todos iguales. ¿Acaso no fue eso lo que Dios hizo al enviar a su Hijo a hacerse humano para ayudarnos? (Filipenses 2:7).
Si miramos solo nuestro corazón caído, nos vemos tentados a menospreciar nuestra condición humana. Pero ¿y si consideramos nuestra humanidad como parte de lo que aportamos al mundo? Jesús nos enseña cómo vivir siendo plenamente humanos, como siervos y reconociendo que somos iguales. Dios nos creó a su imagen y nos redimió con su amor incondicional.
Hoy, encontraremos personas con diversas luchas. ¡Qué diferencia podemos marcar al responder como humanos que trabajan juntos con otros humanos en crisis! 

Padre, ayúdanos a humillarnos cuando respondemos a otros.
La humildad surge de conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos.

jueves, 28 de septiembre de 2017


Leer: Job 2:1-10
… ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?… (v. 10).
Cuando nuestro hijito mordió por primera vez un gajo de limón, frunció la nariz y sacó la lengua. «Puaj», dijo, por lo amargo. Me sonreí y quise tomar el trozo de fruta, con la intención de tirarlo a la basura.
«¡No!—gritó mientras se alejaba corriendo—. Más puaj». Fruncía los labios cada vez que mordía y saltaba el jugo. Finalmente, me dio la piel del gajo y se fue.
Mis papilas gustativas reflejan perfectamente mi tendencia a preferir los momentos dulces de la vida y evitar los amargos. Esto me recuerda a la esposa de Job, que parece haber compartido mi aversión a lo agrio del sufrimiento.
Sin duda, a Job no le gustaban las dificultades ni los problemas; aun así, honró a Dios en circunstancias desgarradoras (Job 1:1-22). Cuando llagas dolorosas afligían su cuerpo, soportó la agonía (2:7-8). Su esposa le dijo que se olvidara de Dios (v. 9), pero él siguió confiando en el Señor (v. 10).
Es natural preferir evitar los tragos amargos de la vida, pero el Señor usa las pruebas para enseñarnos a confiar en Él, depender de Él y someternos a Él, mientras nos da poder para atravesar las dificultades. Y como Job, no es necesario aprender a disfrutar del sufrimiento para aprender a saborear la inesperada dulzura de los momentos amargos.  — Xochitl Dixon

domingo, 3 de septiembre de 2017

IGLESIA CRISTIANA EVANGÉLICA DE TORREDONJIMENO
 Domingo, 3 de septiembre, 2017
 Predicación a cargo de Juan Pedro Romero

¿Nos avergonzamos por orar en público? Si es así, ¿Qué se esconde detrás de ese sentimiento de vergüenza? ¿Trae beneficios la oración sincera sin importar las consecuencias de ser vistos? Como diría Alejandro Sanz "...cuando nadie me ve, puedo ser o no ser...". 
La autenticidad de nuestra fe en lo privado inevitablemente se verá en público y traerá sus beneficios. La historia de la oración de Daniel es muy conocida por todos. *Contexto histórico del cautiverio de Judá:* 597AC. Amos y Oseas anunciaron el cautiverio de Judá. Cuando murió Josias los babilonios sitiaron Jerusalén. Está fue la primera deportación: 2º de Reyes 24:12 Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado. 2º de Reyes 24:13 Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho. 2º de Reyes 24:14 Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra. 2º de Reyes 24:15 Asimismo *llevó cautivos a Babilonia * a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia. 2º de Reyes 24:16 A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia. 2º de Reyes 24:17 Y el rey de Babilonia puso por rey en lugar de Joaquín a Matanías su tío, y le cambió el nombre por el de Sedequías. Daniel está en esta deportación. 587AC a Sedequias se le ocurre revelarse cinta Babilonia y los babilonios destruyeron aún más a Jerusalén y a partir de aquí ocurre la 2°deportación.

Daniel: Pertenecía a una familia noble de Jerusalén. Instruido en la cultura Babilonia destacaba entre los demás y creció su fama. Estuvo bajo el reinado de 4 reyes. Daniel destaca por cumplir la ley de Dios. Solo Jesús cita a Daniel en la escritura. Mateo 24:15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda).

Definición de vergüenza: Sentimiento de pérdida de dignidad causado por una falta cometida o por una humillación o insulto recibidos. Adán y Eva cuando pecaron tuvieron vergüenza que solo se conoce en el estado de"pecado": por eso experimentamos vergüenza.

Quitarle la ropa a alguien era castigarlo. (Deshonrarlo). Isaías 20:4 así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto. Delante de Dios lo que avergüenza es "no estar vestido de justicia". Oseas 4:7 Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. Aplicación: no nos avergoncémos del Evangelio.

*Daniel cap.6*
Daniel 6:3 Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino. Daniel 6:4 Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. ... Daniel 6:7
Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones. 
.... Daniel 6:10 
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. ... Daniel 6:13 
Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición. ... Daniel 6:20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? ... Daniel 6:22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. ... Daniel 6:25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. Daniel 6:26 De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. Daniel tenía más de 80 años cuando pasaron estas cosas.

1 lección: *¿Cómo trabajamos ante nuestros jefes?* Con Daniel no pudieron sino criticar su religión. Alégrate porque Dios tiene las riendas. Sigue en esa línea. 

2 lección: Daniel 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. *Nuestras oraciones a veces son interrumpas por lo apretado de nuestra agenda*. Debemos plantearnos orar con regularidad. 

3 lección: *¿Que está diciendo la gente de nuestro trabajo y alrededor de nosotros mismos?* Si Dios libró a Daniel, también nos librará a nosotros. El Señor nos pondrá en situaciones nuevas y debemos ser fieles para dar testimonio. Versículo clave: *Daniel 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.* El edicto no acobardó a Daniel. El podía haber orado en secreto, pero abrió sus ventanas.

 *Las ventanas nos dan ventilación (la oración nos debe hacer entrar el aire de Dios que nos renueva, que nos da utilidad para Dios.* *Debemos orar* 

*Las ventanas nos dan dan luz: la Biblia es como una ventana y cuando la leemos nos da la luz para ver. Si pones a Dios en lo que haces lo encontrarás en lo que acontece*. *debemos leer*

 *Las ventanas nos dan testimonio: tenemos una misión y compromiso. Esto es una señal del reino de Dios y nuestro testimonio debe ser público*. *Debemos dar testimonio*

*Dios juzgará a los que hacen mal* 
Daniel 6:24 Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos. *Cuando llegan las adversidades es cuando Dios puede ayudarnos a hacer cosas extraordinarias para Él* Daniel 6:18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño. El rey estaba preocupado por "un esclavo"(Daniel). Debemos seguir confiando en Dios y en su actuación, rechazando unirnos a la mayoría.

viernes, 25 de agosto de 2017

SOMOS AMADOS Y SALVOS Meditaciones Margarita Burt “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5). Lectura: Romanos 5:5-11. Soy amado. El Espíritu derrama el amor de Dios en mi corazón. Lo vivo. Lo noto, lo siento. Es la maravillosa sensación de sentirme amada por Dios. Somos amados y con este amor que hemos recibido, amamos a Dios y a los demás. Amamos con el amor de Dios que el Espíritu Santo ha derramado en nuestros corazones. Es un amor compasivo que me amó a mí cuando aún era pecadora: “Mas Dios mostro su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (v. 8). Con su amor podemos amar a pecadores, no importa cómo sea la persona. Cristo ama a delincuentes, a adúlteros, a niños desobedientes, a hijos rebeldes, y a todo el colectivo LGBTI, pero su amor no nos salva, somos salvos por su sangre. Aquellos no serán salvos hasta que no vengan a Él. De momento están bajo la ira de Dios: “Estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (v.9). Lo nuestro es un evangelio de amor y de sangre. Oh Padre, me amaste cuando era pecadora y me amas ahora que soy salva. Gracias por la sangre de Cristo y por tu salvación tan grande que transforma al pecador en santo. ¡Esto es glorioso! Soy abundantemente salva. “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (v. 9). “Mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (v. 10). “Mucho más” se repite dos veces. ¿Cómo podemos ser más salvos que salvos? Para nosotros la salvación es una cosa fija, pero para Pablo la salvación es también un proceso. “Salvación” es una palabra general que incluye la justificación y la santificación, como “verdura” incluye zanahorias y judías verdes. Hemos sido justificados (ahora); seremos salvos de la ira (futuro). Éramos enemigos de Dios en el pasado, hemos sido reconciliados en el presente y seremos salvos en el futuro. Éramos enemigos por nuestro pecado, hemos sido reconciliados por su sangre, y seremos salvos por su vida, esto es, por el proceso de la santificación que se realiza en nosotros por medio de su vida en nosotros por el Espíritu Santo. La justificación es la solución para nuestra vieja naturaleza y la regeneración es la solución para nuestra nueva naturaleza; la regeneración es la vida de Cristo en nosotros, o sea, su Espíritu en nosotros. El viejo hombre fue crucificado con Cristo, y hemos resucitado con Cristo a una nueva vida: somos salvos por su vida, por su resurrección, porque hemos resucitado con Él y hemos recibido su vida. Por lo tanto: “Nos gloriamos en Dios por el Señor Jesucristo, por quien hemos recibido la reconciliación” (v. 11). ¡Amen!

miércoles, 23 de agosto de 2017

UNA NUEVA ESCLAVITUD Margarita burt, Meditaciones “… y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Romanos 6:18). Al enseñar la justificación por la fe y no por cumplir las obras de la ley, los oponentes de Pablo le acusan de enseñar “antinomianismo”, es decir, hacer caso omiso de la ley, creer que podemos vivir de cualquier manera. El capítulo 6 de Romanos es su respuesta a esta acusación. Pablo dice que, lejos de pecar todo lo que nos da la gana porque estamos bajo la gracia y no bajo la ley, estar bajo la gracia significa haber muerto al pecado. ¡Es absurdo vivir en el pecado cuando hemos muerto al pecado! Estar bajo la gracia forma parte de una nueva manera de vivir en la cual estamos totalmente identificados con Cristo. Hemos muerto con él y resucitado para vivir una nueva vida ya no esclavizados por el pecado: “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” (v. 6). El cristiano tiene que considerarse muerto al pecado: “Consideraos muertos al pecado” (v. 11). Su actitud es: “He muerto al pecado. No respondo a sus impulsos”. Se considera muerto al pecado, y se disciplina para no pecar: “No permitan que el pecado controle la manera en que viven, no caigan ante los deseos pecaminosos. No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo por un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios” (v. 12, 13, NTV). El versículo 14 es la conclusión de la primera mitad de Romanos 6: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”. La segunda mitad es paralela. Pablo dice lo mismo otra vez: “¿Qué pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia?” (v. 15), que es paralelo al versículo 1: “¿Qué pues, diremos? ¿Perseveremos en el pecado para que la gracia abunde?”. En ambos casos Pablo contesta la pregunta: “De ninguna manera” (vs. 2, 15). En la segunda mitad del capítulo, Pablo dice que la libertad del pecado es incompatible con el cristianismo, porque ahora no somos esclavos del pecado, sino, todo lo contrario, esclavos de Dios (v. 16-23): “Libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (v.18). Antes, cedíamos nuestros cuerpos al servicio del pecado; ahora, los cedemos a la justicia. Cuando te cedes a alguna cosa, llegas a ser el esclavo de esta cosa (v. 16), si es el pecado, o si es la justicia. Solo hay dos estados: o bien eres esclavo del pecado, o bien eres esclavo de la justicia. No hay un estado neutral en que estás bajo tu propia jurisdicción, ni bajo la de Dios, ni la del diablo, ¡porque esta es la esencia del pecado, ser esclavo de ti mismo! “Sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia” (v. 16). Sus elecciones te hacen o bien un esclavo del uno, o bien del otro. La conversión es escoger obedecer a Dios. Ahora que hemos escogido ser esclavos de Dios, tenemos dos beneficios: la santificación y la vida eterna: “Ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (v. 22). ¡Suspiro feliz!

lunes, 21 de agosto de 2017

EL CRISTIANO Y LA LEY (1) Meditaciones Margarita Burt devocional “¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?” (Romanos 7:1). Lectura: Romanos 7 Una simple lectura de Romanos 7 nos deja con más preguntas que las que teníamos antes de leerlo. ¿Cómo se interpreta? ¿Quién es esta persona frustrada? ¿Es creyente? Si lo es, ¿es un creyente normal, o inmaduro, o descarriado? Hay diferentes escuelas de santidad con diferentes respuestas. No podemos acercarnos a las Escrituras con nuestras ideas preestablecidas para obligarlas a decir lo que queremos que digan, sino para escuchar lo que ellas dicen. Para interpretar este pasaje, hemos de situarlo en su contexto. En este capítulo, Pablo está hablando de la ley en los propósitos de Dios. La expresión “la ley” sale catorce veces en los versículos 1-14, una vez en cada versículo, y treinta y cinco veces desde 7:1-8:4. La pregunta que Pablo está contestando es: ¿Qué lugar tiene la ley en la vida del cristiano ahora que vino Cristo y nos puso bajo la gracia? Para entender el contexto de este capítulo hemos de hacer un breve repaso de lo que Pablo ha dicho acerca de la ley hasta ahora: Nadie la cumple; no es el camino de la salvación, sino revela el pecado (3:20), condena (3:19), defina el pecado como transgresión cuya incumplimiento acarrea castigo (4:15); de hecho, aumentó la transgresión (5:20). Por lo tanto, la justificación no se logra por cumplir la ley (1:17; 3:21), sino por la fe en Cristo (3:27). La fe en Cristo confirma la ley y la pone en su lugar debido (3:21). Abraham es una ilustración de la persona justificada, no por la ley, sino por la fe (4:13ss). La promesa, la fe y la gracia son incompatibles con la ley. Hasta ahora, todo lo que Pablo ha dicho acerca de la ley es negativo. La ley revela el pecado, no la salvación. Promueve la ira de Dios, no la gracia. Los cristianos no están bajo la ley sino bajo la gracia (6:14). Toda esta información sirve como trampolín para introducirnos en Romanos 7. Para los judíos, esto tenía que haberles sonado como antinomianismo, la abolición de la ley. Ellos la amaban y se deleitaban en ella (ver el Salmo 119). Pero ellos no son los únicos que no entienden el lugar de la ley. Los hay hoy día que promueven una nueva moralidad y parecen los “sin ley” del siglo XXI. Su posición es que la ley no tiene ningún lugar en la vida cristiana, que lo único que importa es el amor. Citan Romanos 6:14 (“no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”) fuera de su contexto para justificar su postura. ¿Qué, pues, quiso Pablo decir cuando dijo que ya no estamos bajo la ley? Para efectos de la justificación no estamos bajo la ley sino bajo la gracia; y para la santificación no estamos bajo la ley sino bajo la guía del Espíritu. Pero la ley moral sigue siendo una revelación de la voluntad de Dios. El Señor espera que su pueblo viva una vida de justicia y amor (8:4; 13:8, 10). Hay tres posibles actitudes hacia la ley: el legalismo, el anularla (el “sin ley”), y el libre cumplimiento de la ley. Las dos primeras son las malas y el tercero la buena. (1) Los legalistas viven esclavizados a la ley. Piensan que su relación con Dios depende del cumplimiento de la ley. Procuran la justificación y la santificación por medio de ella. (2) Los libertinos (los que la anulan), van al otro extremo. Odian la ley. Han convertido la libertad en licencia. (3) Los que aceptan el libre cumplimiento de la ley se deleitan en ella, pero reconocen que solo con la ayuda del Espíritu Santo pueden cumplirla.

miércoles, 2 de agosto de 2017

EL UNIVERSALISMO
Meditaciones Margarita Burt devocional,
Margarita Burt, Meditaciones
 “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombre la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:18, 19). Lectura Romanos 517-19. No podemos dejar Romanos 5 sin aclarar un punto. Algunos han interpretado mal estos versículos enseñando que, así como el pecado de Adán trajo la condenación a todos los hombres sin excepción, la justicia de Cristo trajo la salvación a todos los hombres. Esta teología liberal se llama el universalismo. Es la enseñanza que todo el mundo será salvo por la muerte de Cristo. El comentarista John Stott contesta a los universalistas diciendo que “todo” no siempre tiene un valor absoluto que nunca puede admitir limitación alguna. Cita el relato de Pentecostés como botón de muestra: “En los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne” (Hechos 2:17). “Toda” no significa a todo ser humano individual en el mundo, sino gente de todas las categorías, todas las naciones, edades y estratos sociales y de ambos sexos”. No es “todos sin excepción”, sino “todos sin discriminación”. Aquí en Romanos 5 “todos” no son absolutamente todos, y eso, por varios motivos. Estamos en Adán por nacimiento, pero en Cristo solo por el nuevo nacimiento y por la fe. Todos estamos en Adán, pero no todos estamos en Cristo. Es más, Pablo lo aclara en Romanos 5:17 donde especifica que los que “reinarán en vida” por medio de Cristo son “los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia”. Además, Pablo enseña reiteradas veces en el libro de Romanos que la justificación es por la fe individual de cada uno que cree (1:16s; 3:21ss; 4:1ss). Pablo también enseña claramente en este libro que la ira de Dios caerá sobre los que persisten en el pecado y que ellos perecerán (2:12). Todas estas pruebas contestan rotundamente a los universalistas. No obstante, cuando veamos el resultado completo de la obra de Cristo, el número de los salvos por la gracia de Dios serán muchísimos, un número incontable: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, y tribus y pueblo y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos” (Ap. 7:9). La obra de Cristo es mucho más efectiva que la obra de Adán: “la gracia de Dios fluirá con más abundantes bendiciones que las consecuencias del pecado de Adán”. La obra de Cristo es superior a la de Adán no solamente porque el auto-sacrificio es superior al egoísmo, sino también porque las consecuencias gloriosas de la obra de Cristo son mayores que la destrucción causado por Adán. Las bendiciones de la obra de Cristo afectarán no solo a la raza humana, sino también a los animales, la naturaleza, al universo creado, y también a los seres celestiales. Introducirá un nuevo orden, cielos nuevos y tierra nueva, y una nueva raza de hombres redimidos por su sangre. Todo esto será superlativo, más allá de nuestra capacidad de expresarlo. Entonces cantaremos eternamente los triunfos de la Cruz.

domingo, 30 de julio de 2017

¿Lo sabías?


Jesús?


¿Qué opinas?

Lea  era fea,
José sufrío abusos,
Moisés era tartamudo,
Gedeón era miedoso,
Sansón tenía el pelo largo y era mujeriego,
Jeremías y Timoteo eran muy jóvenes,
David fue adúltero y asesino,
Elías tenía un temperamento suic
ida,
Isaías predicó desnudo,
Jonás huyó de Dios,
Noemí era viuda,
Job estaba en bancarrota,
Pedro negó al Señor,
los discípulos abandonaron a Cristo,
Marta se preocupaba por todo,
la mujer samaritana era divorciada,
más de una vez,
Zaqueo era muy pequeño,
Pablo era muy religioso,
Timoteo tenía úlcera...
¡Y Lázaro estaba muerto!
Domingo 30 de julio
Comida y reunión de Evangelismo
Durante el mes de agosto solo se mantendrá el culto del domingo

taller de predicación

Exposiciones

Gá. 2.15-21 – Dos planteamientos antagónicos


Situación

Pablo, después de recordar cómo había confrontado a Pedro en Antioquía, pasa a analizar los motivos del conflicto. Pedro, al dejar de comer con los gentiles recién convertidos, les transmitía un mensaje corrosivo: que la sola fe en Jesucristo no es suficiente para ponerse a bien con Dios, sino que también hace falta guardar las leyes alimentarias dictadas por Moisés. Pablo, que sabe que las leyes dietéticas eran una medida provisional para enseñar al pueblo a vigilar las influencias de la sociedad (como si de comer se tratara), se indigna ante la pusilanimidad de Pedro, además de su falta de visión espiritual.
La intención del apóstol es recordar a los creyentes de Galacia que si han empezado por la fe, deben seguir en la vida cristiana en base al mismo principio. Si la justificación es por la sola fe, entonces la transformación completa de la persona operará de la misma manera.
Hay dos maneras de plantear la vida con Dios: según obras de ley o según el oír con fe. Al decir «obras de ley», Pablo no se limita al seguimiento de los rituales del Antiguo Testamento, sino a toda una manera de enfocar la vida espiritual. Una manera enfatiza la obligación humana, la otra se centra en la obra de Jesucristo. Es el contraste entre depender de la visión divina y depender de criterios humanos, entre el esfuerzo de la persona y la eficacia de la obra de Cristo. La transigencia de Pedro en Antioquía demuestra cuán fácil es abandonar la vida de fe y deslizarse hacia una dependencia del brazo de la carne.
Podríamos pensar en la diferencia entre Caín y Abel, Lot y Abraham, Ismael e Isaac, Esaú y Jacob, Saúl y David, Judas y Pedro. En cada pareja hay uno que confía en la carne y otro que confía en la obra del Señor. La diferencia entre el objeto de la confianza de unos y de otros, se manifiesta en conductas radicalmente diferentes. Por eso merece la pena asimilar el mensaje de Gálatas, porque no es difícil –como el caso de Pedro demuestra– comenzar por la fe pero acabar navegando por un principio de obras.

Argumento

El apóstol plantea dos maneras de enfocar la espiritualidad. Demuestra que se trata de dos visiones distintas e irreconciliables (Gá. 2.15-16). La postura carnal parece poner coto al pecado, pero su efecto real es confirmar a la persona en su pecado (Gá. 2.17-19). En cambio, la postura espiritual se centra en la persona y obra de Jesucristo, y acaba provocando una transformación de vida (Gá. 2.20-21). Después de establecer el contraste entre los dos sistemas, Pablo pasará a exhortar a los gálatas a mantenerse firmes en su compromiso con la vida de fe (Gá. 3.1-5).

Pertinencia

Hay dos áreas de aplicación de este pasaje. Uno tiene que ver con la persona misma y su relación con Dios: la manera de conectar con Dios y luego cómo vivir con Dios en medio de un mundo caído. La otra aplicación tiene que ver con la persona y su relación con los demás: cómo se logra la transformación de otras personas: hijos, cónyuges, amigos, hermanos de iglesia. ¿Nos acercamos en base a exhortaciones y amenazas solamente, o será mejor buscar la manera de llevarlos a Cristo?

Para meditar juntos:

Fase Uno: exégesis

  1. ¿Qué clase de escrito es?
  2. ¿Cuál era la situación del autor y cuál la de los oyentes o lectores originales?
  3. ¿Cuál es el contexto del pasaje? (anterior y posterior)
  4. ¿Cómo te ayuda a entender de qué se trata?
  5. ¿Hay palabras claves, repeticiones, personas, detalles que te llaman la atención? ¿Qué significa el término «justificación» exactamente?
  6. ¿Cuál es la estructura del pasaje? ¿Cuál es el flujo de pensamiento o argumento? Haz un bosquejo del pasaje, dividiéndolo en secciones, resumiendo lo que dice.
  7. ¿Cuál es el punto principal o idea central que el autor estaba tratando de comunicar a sus primeros lectores en este pasaje? ¿Qué es lo palpitante de este pasaje, el centro neurálgico? Intenta resumirlo en una sola oración en tiempo pasado: El autor quería transmitir a sus primeros lectores que ...
  8. ¿Cuál es el principio teológico fundamental que subyace este pasaje? hay que contestar dos preguntas:
    • ¿De qué se habla en este pasaje? (el tema)
    • ¿Qué se dice acerca de aquello? (el complemento)

Fase Dos: exposición

  1. ¿Cuál será la idea central de vuestro mensaje? ¿Cómo vais a comunicar el énfasis central de este texto a estas personas? Elaborar juntos una sencilla frase o un título (no necesariamente una oración completa) que resuma el énfasis principal de vuestro mensaje. La idea es que sea clara y memorable para la audiencia pero ¡debe reflejar vuestro acuerdo sobre la idea central del texto, en respuesta a las preguntas 7 y 8!
  2. Como resultado de escuchar vuestro mensaje, ¿qué queréis que vuestros oyentes entiendan, sientan y hagan? Verificad que el efecto que queréis que tenga vuestro mensaje refleje el efecto que el autor del texto bíblico buscaba lograr en sus oyentes.
    Pensando concretamente en este pasaje puede ayudar plantearnos:
    • ¿Cuáles son los frutos de una visión carnal, a diferencia de una visión espiritual? Pensemos en las parejas mencionadas antes (Caín y Abel, etc.).
    • ¿De qué maneras podría un creyente genuino caer en una dinámica carnal (dependencia del esfuerzo humano) en el día a día?
  3. Debatir posibles bosquejos para vuestro mensaje. Sed todo lo creativos e imaginativos que podáis, pero buscando una estructura sencilla de apartados o encabezados que reflejen fielmente lo que el texto dice. Buscad encabezados que sean cortos, sencillos y fáciles de recordar.
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Gálatas

VIII CONGRESO EVANGÉLICO CONCLUSIONES PARA EL CONJUNTO DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS

VIII CONGRESO EVANGÉLICO
CONCLUSIONES
PARA EL CONJUNTO DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS
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PREÁMBULO
Celebramos 500 años de la Reforma protestante, un movimiento que transformó la realidad de la Iglesia cristiana y de la sociedad occidental de la época. La Palabra de Dios, traducida a las lenguas vernáculas, fue el detonante de una transformación espiritual y social sin precedentes en la historia del cristianismo y del mundo. Las raíces de la Reforma se hundieron en las Escrituras y en la experiencia de la iglesia primitiva para proyectarse hacia el futuro. Hoy, como cristianos protestantes, reconocemos un origen común que puede resumirse en los principios solus Christus, sola gratia, sola fide, sola Scriptura, soli Deo gloria, que dan fe de nuestra identidad, también llamada evangélica.
CONCLUSIONES PARA EL ÁMBITO ECLESIAL
1. La Biblia, norma de fe y conducta.
Reconocemos la Biblia como la Palabra de Dios y como autoridad normativa en materia de fe y conducta. En consecuencia, la aceptamos como fuente válida de dirección y guía, no como mera norma legal y rígida, sino como autoridad viva que, bajo la dirección del Espíritu Santo, se afirma renovada una y otra vez, como expresión del principio de sola gratia.
Dada la alarmante pérdida de centralidad de la Palabra que se da hoy en la comunidad evangélica, reiteramos que solo las Escrituras son norma de fe y conducta para los creyentes y que solo ellas legitiman, autentifican y confieren autoridad a la Iglesia. Como comunidad protestante de España, reiteramos la necesidad permanente de transmitir la Palabra a las nuevas generaciones con fidelidad e integridad.
Ante los modelos eclesiales, cada vez más frecuentes, en los que el papel central de las Escrituras es sustituido por el sometimiento a los valores de la sociedad actual o a liderazgos autoritarios, es necesario y urgente que creyentes e iglesias centremos de nuevo nuestras vidas en Jesucristo, conforme a las Escrituras. Insistimos, por tanto, en la importancia del estudio personal y comunitario de la Palabra y su contextualización y exposición a través de una hermenéutica adecuada. Solo así seremos relevantes ante la sociedad como individuos y como pueblo, pues es la Palabra de Dios la que, por mediación del Espíritu Santo, crea convicción y transforma vidas.
2. “Para que todos sean uno” (Jn 17:11). Una Iglesia unida en su diversidad
Desde sus comienzos, la Reforma fue un fenómeno plural que ha dado como resultado el amplio abanico denominacional que nos caracteriza en la actualidad.
En este contexto de pluralidad de denominaciones, reconocemos la Iglesia de Dios como “una, santa, universal y apostólica”, con Cristo como fundamento y cabeza de la misma.
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Consideramos necesario hacer una seria y profunda reflexión sobre los principios bíblicos y teológicos que sustentan esta necesaria unidad de la Iglesia. Proponemos firmar un código deontológico (basado en la comunión en el evangelio y en los valores de lealtad y compañerismo), tejer redes de cooperación entre las congregaciones que trabajan en un mismo entorno y promover encuentros que permitan a los pastores y líderes de las iglesias conocerse mejor, profundizar en la comunión y, en su caso, sanar relaciones.
Reconocemos la multiculturalidad, la pluralidad y la diversidad como elementos enriquecedores, signos de vitalidad en el Espíritu y como resultado coherente del ejercicio de la libertad de conciencia. No obstante, consideramos necesario reflexionar sobre los principios que sustentan la libertad de conciencia, las implicaciones del dicho paulino “a libertad fuisteis llamados” (1 Co 6:12; 10:23-24; Gl 5:13) y los riesgos que se esconden tras las diferentes formas de legalismo que se dan entre nosotros.
3. “El que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mt 20:27)
Consideramos necesario reflexionar sobre los principios que sustentan los ministerios en la Iglesia, teniendo a Jesús como modelo, y contextualizando su desarrollo en la sociedad posmoderna, secularizada, líquida, multicultural y poscristiana en la que vivimos. Rechazamos los modelos autoritarios, individualistas y aislacionistas de liderazgo. Necesitamos líderes serviciales, humildes, con autoridad espiritual, con capacidad para trabajar en equipo y para reconocer y potenciar capacidades y dones en otros. Las servidumbres espirituales que con frecuencia se imponen hoy a los creyentes en nombre de autoridades humanas deben ser reprobadas, tal como hizo nuestro Señor Jesucristo con los escribas y fariseos.
Igualmente, consideramos necesario establecer procesos que faciliten y fomenten el acceso al ministerio a todos los miembros de nuestras comunidades, incluyendo a mujeres, jóvenes y minorías.
4. “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5:14). Hacia la relevancia social de la Iglesia en nuestra sociedad secularizada
La Iglesia es iglesia en sociedad, porque está llamada al anuncio y encarnación del Reino de Dios. En este propósito, reafirmamos la actualidad y relevancia de las cinco solas que vertebraron la Reforma Protestante.
La Iglesia de Jesucristo está llamada a proclamar los valores éticos y morales que la Biblia enseña, encarnándolos en medio de la sociedad y ofreciéndose como testimonio vivo. Por esta razón, como cristianos evangélicos tenemos el compromiso de ser modelos ante la sociedad de los principios que Dios muestra en su Palabra, siendo así agentes de transformación social.
Estamos llamados a crear la cultura del Reino. Somos creadores de cultura y productores de cultura en la medida en que la salvación afecta, o debería afectar, a la
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integridad de la persona. La “vocación” cristiana no implica una separación radical de la sociedad, sino que consiste en ser agentes de cambio y transformación en nuestras sociedades heridas, en practicar una “ecología” cultural bíblica que impregne de evangelio nuestro mundo. Este llamamiento a vivir la vida como vocación cultural debe alcanzar también los ámbitos profesionales, incluidos el mundo del arte, los medios de comunicación o la política.
Las iglesias deberían reflexionar sobre su pasado y sus propias trayectorias, recuperar y transmitir, en especial a las nuevas generaciones, lo que es de valor y analizar qué aspectos están lastrando su presente y su futuro. Algunos de los grandes retos inmediatos son la gestión de la pluralidad denominacional, el apoyo a los creyentes con instrumentos nuevos para vivir la fe de manera genuina en entornos laborales y profesionales (hasta ahora poco alcanzados), la aceptación esperanzada de nuevas formas de iglesia, o la gestión de la pluralidad cultural en el seno de las comunidades.
5. Una iglesia misional para España y el mundo
La Iglesia necesita redescubrir las implicaciones prácticas y actuales de la gran comisión (Mt 28:18-20) a la luz del plan eterno de Dios: reunir a todas las cosas en Cristo (Ef 1:10).
Las Iglesias Evangélicas de la Segunda Reforma tenían más relevancia cultural que nosotros hoy. El franquismo relegó al gueto a las iglesias evangélicas y, aunque hemos avanzado mucho en los años de democracia, aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar influencia en la sociedad. Esta realidad nos obliga a revisar nuestra apologética y nuestra estrategia misionera que, en todo caso, debe responder a las necesidades físicas, emocionales y espirituales y a las principales características de la sociedad actual, entre las cuales identificamos:
El posmodernismo (cada uno tiene su propia verdad, que se nos exige respetar), el post-posmodernismo (no existe causa más allá de la vida del individuo), el post-cristianismo (nuestra sociedad ha recibido la influencia y las enseñanzas del cristianismo, pero ha decidido rechazarlas), el pluralismo, el urbanismo (concentración de la población en grandes urbes, donde se da una gran diversidad cultural, social, étnica, religiosa, etc.), el avance tecnológico y la alta movilidad de las personas.
En este contexto, la Iglesia, como iglesia misional (esto es, cuya misión alcanza a todos los miembros y en todos los contextos vitales), debe afrontar grandes desafíos: los cambios de paradigma (que debemos aceptar como una oportunidad, no como una amenaza), el desarrollo de programas y estrategias de integración cultural, la defensa de una doctrina y una teología ortodoxa (en un contexto posmoderno en el que se prioriza lo sentimental y lo emocional), la desilusión generalizada hacia la iglesia institucionalizada, la frecuente falta de autenticidad en nuestra práctica religiosa y el desarrollo tecnológico (reconociendo la potencialidad de las nuevas
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tecnologías y las redes sociales, con una llamada de atención sobre el necesario uso responsable y respetuoso de las mismas).
CONCLUSIONES PARA EL ÁMBITO SOCIAL
Nos sumamos a las iniciativas sociales que denuncian los sistemas económicos, sociales y políticos que esclavizan, explotan u oprimen a las personas o que impiden o limitan su desarrollo integral, pues se oponen frontalmente a los principios bíblicos. Los sistemas eclesiales que incurran en estas acciones merecen el mismo juicio. En particular, denunciamos las nuevas formas de esclavitud y trata de personas, como el trabajo infantil o la esclavitud sexual, así como toda forma de violencia de género y de discriminación de las mujeres. Así mismo, denunciamos la pasividad de las instituciones oficiales nacionales e internacionales ante el drama de los movimientos migratorios y nos comprometemos, de conformidad con el mandato bíblico y en la medida de nuestras limitadas posibilidades, a acoger inmigrantes.
Denunciamos también toda forma de investigación y de explotación de la naturaleza bajo el principio de la maximización del beneficio económico, sin principios morales, pues son contrarias a la consideración de la naturaleza como creación de Dios y al principio de desarrollo sostenible.
Consideramos imprescindible y urgente la promoción de todas las iniciativas que promuevan el consumo responsable, la lucha contra la contaminación y el cambio climático, el uso de las energías renovables y el uso responsable y el reciclado de los recursos naturales.
Así mismo, apoyamos cuantas iniciativas legislativas y sociales promuevan la defensa de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución. En consecuencia, manifestamos nuestra oposición a aquellas otras que conculquen estos mismos derechos, en especial los referidos a la libertad religiosa, de expresión y de conciencia, así como a todas las que otorguen privilegios a algún grupo o colectivo social en oposición a la igualdad de derechos ante la ley.
En Madrid, a 16 de julio de 2017
Comité de conclusiones:
Coordinador: Daniel Casado.
Integrantes: X. Manuel Suárez; Jorge Fernández, Julio Díaz, Jesús Caramés
El Rey recibió a la Comisión Evangélica de los actos del 500 años de la Reforma