Reina de los cielos.

Los cristianos reaccionaron al culto a María (hiperdulia) católico “soli Deo Gloria”, que quiere decir “Gloria solo a Dios” puesto que la deificación católica de María y la adoración a los santos e iconos (dulia), contradicen Éxodo 20:3-4, Salmo 115, Isaías 44:15-18, Isaías 45:23, Mateo 4:10, Romanos 14:11, Filipenses 2:9-11) y no obedecen a la Palabra. Hechos 1:14 constituye la última vez que María aparece mencionada en la Biblia. Cualquier doctrina que se haya desarrollado en cuanto a ella subsiguientemente no es bíblica. Y a pesar de ello, los católicos otorgaron el título de “Madre de Dios” (del griego “theotokos”) a María en el concilio que tuvo lugar en Éfeso en el 431 AD. ¿Qué diría Jesús si otorgamos a María un estatus más elevado que la posición que le corresponde correctamente? Y maría está de acuerdo (Juan 2:5). Lucas 11:27-28 dicen: “Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Leed Mateo 4:10. San Ambrosio de Milano lo resumió perfectamente: “Maria erat templum Dei, non Deux temple” (María era el templo de Dios, no el dios del templo). Y Jesús mismo no le otorgó un estatus más elevado a María que el que le daba a sus hermanos o discípulos según Mateo 12:48-50: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”. Además ¿murió María en la cruz por nosotros? No. Permíteme hacerte esta pregunta: Si estás en camino a una operación y te comentan que el cirujano no se encuentra en el quirófano pero que no te preocupes porque su madre sí que está ¿te fiarías de ella con un bisturí?
Andres y Cris

Seleccionado de Nuestro Pan Diario

Diario de agradecimiento 2017-12-27

Alabad al Señor, naciones todas; pueblos todos, alabadle (v. 1). Cuando recién había creído en Jesús como Salvador, un consejero espiritual me instó a escribir un diario de agradecimiento: un librito que llevaba a todas partes. A veces, registraba un motivo de gratitud de inmediato. Otras, lo escribía el fin de semana mientras dedicaba un tiempo a reflexionar. Registrar notas de alabanza es una buena costumbre; algo que estoy considerando volver a hacer. Me ayudaría a tomar conciencia de la presencia del Señor y dar gracias por su cuidado y provisión. En el salmo más corto de la Biblia, el 117, el escritor insta a todos a alabar al Señor «porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia» (v. 2). ¿Cómo te ha mostrado el Señor su misericordia hoy, esta semana, este mes o este año? No busques cosas espectaculares. Su misericordia se ve en las circunstancias comunes y corrientes de cada día. Piensa en cómo la ha mostrado hacia tu familia, iglesia y otras personas. Inunda tu mente de la grandeza de su misericordia para todos. El salmista agregó: «Y la fidelidad del Señor es para siempre» (v. 2, énfasis agregado). En otras palabras, ¡Él seguirá amándonos! Por eso, tendremos muchas cosas para alabar al Señor en el futuro. ¡Que la gratitud a Dios caracterice nuestras vidas! — Poh Fang Chia Señor, hoy quiero decirte: «¡Gracias por tu misericordia y fidelidad!».