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viernes, 14 de junio de 2019

Comunicación clara

2019-06-14
La Biblia en un año: Esdras 9–10; Hechos 1
… el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros… (v. 26).
Mientras viajaba por Asia, la pantalla de mi iPad se apagó de repente, una condición llamada «la pantalla negra de la muerte». Buscando ayuda, encontré una tienda de computación y me enfrenté a otro problema: no hablo chino, y el técnico no hablaba inglés. ¿La solución? Sacó un programa en el cual escribía en chino, pero yo podía leer en inglés. Cuando yo respondía en inglés, él podía leer en chino. El software nos permitió comunicarnos con claridad, incluso en idiomas diferentes.
A veces, siento que no puedo comunicar lo que tengo en el corazón cuando oro a mi Padre celestial… y no soy el único. A veces, a muchos nos cuesta orar. Sin embargo, el apóstol Pablo escribió: «el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos» (Romanos 8:26-27).
¡Qué maravilloso es el regalo del Espíritu Santo! Mejor que cualquier software, Él comunica claramente mis pensamientos y deseos en armonía con los propósitos del Padre. ¡La obra del Espíritu hace que la oración funcione! — Bill Crowder

lunes, 3 de junio de 2019

Las vigilias de la noche

2019-06-03
Leer: Salmo 63:1-8
La Biblia en un año: 2 Crónicas 19–20; Juan 13:21-38
Cuando en mi lecho me acuerdo de ti, en ti medito durante las vigilias de la noche (v. 6 lbla).
Cuando estaba en la universidad, pasaba mis veranos trabajando en una hostería en las montañas. A los miembros del personal se les iba asignando por turnos la «vigilia de la noche»: quedarse cuidando que no hubiera ningún incendio forestal. Lo que al principio parecía una tarea agotadora e ingrata, se transformó en una oportunidad para estar quieto, reflexionar y hallar consuelo en la presencia de Dios.
El rey David buscaba con sed y afán la presencia de Dios (Salmo 63:1), incluso desde su cama y durante «las vigilias de la noche» (v. 6). El salmo deja claro que David estaba perturbado; posiblemente, por la rebelión de su hijo Absalón. No obstante, la noche se transformó en un momento para que David encontrara ayuda y restauración «en la sombra de [las] alas [de Dios]» (v. 7); en su poder y su presencia.
Quizá estés atravesando alguna crisis o dificultad en tu vida, y las vigilias de la noche no te traigan consuelo. Tal vez tengas un «Absalón» propio que te pese en el corazón. O puede haber otras cargas familiares, laborales o financieras que asedien tus momentos de descanso. Si así es, considera estos desvelos una oportunidad para clamar a Dios y aferrarte a Él, permitiendo que su mano amorosa te sostenga (v. 8). — Evan Morgan

Señor, gracias por estar siempre conmigo
en cada vigilia de la noche.
¿Cómo te animan las promesas de Dios cuando enfrentas desafíos que te mantienen despierto durante la noche?