Vistas de página en total

domingo, 7 de marzo de 2021

 

Buscar a Dios

2021-03-07

Leer: Daniel 9:1-5, 17-19

La Biblia en un año: Deuteronomio 3–4; Marcos 10:32-52

yo Daniel miré atentamente en los libros […]. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego (vv. 2-3).

Una mañana, un tiempo de oración en familia terminó con un anuncio sorprendente. En cuanto Papá dijo: «Amén», Kaitlyn, de cinco años, proclamó: «Y yo oré por Logan, porque tenía los ojos abiertos mientras orábamos».

Estoy bastante seguro de que orar por el protocolo de oración de tu hermano de diez años no es lo que quería decir la Escritura cuando nos invita a interceder por otros, pero al menos, Kaitlyn entendía que se puede orar por los demás.

El maestro bíblico Oswald Chambers enfatizó la importancia de orar por otros: «interceder es colocarte en el lugar de Dios; tener su mente y perspectiva». Es orar a la luz de lo que sabemos sobre Él y su amor por nosotros.

Encontramos un gran ejemplo de oración intercesora en Daniel 9. Al darse cuenta de que los 70 años de cautiverio en Babilonia profetizados por Jeremías (Jeremías 25:11-12) estaban por cumplirse, Daniel se puso en modo oración: mencionó los mandamientos de Dios (Daniel 9:4-6), se humilló (v. 8), honró el carácter de Dios (v. 9), confesó el pecado (v. 15) y descansó en la misericordia de Dios al orar por su pueblo (v. 18). Y Dios le respondió de inmediato (v. 21).

No todas las oraciones terminan con una respuesta tan dramática, pero confiemos en que podemos acudir a Dios a favor de otros. — Dave Branon


Padre, ayúdame a conocerte más para orar mejor por otros.
Cuando oras por otros, ¿cómo buscas la mente de Dios? ¿Cómo procuras obtener su perspectiva?

Un carácter que impresione a otros

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Es maravilloso pensar que pudiéramos tener un carácter que impresione a otros. Un carácter que deje una buena impresión. Que anime a otros a preguntarnos cómo hemos llegado a ser así. Tal vez amables, bondadosos, prudentes, generosos. Es la imagen que buscamos tener. La imagen más parecida al carácter de Jesús.

El carácter de Mateo

Cuando leemos en la Biblia en el libro de Lucas, que Mateo se levantó, dejó todo y siguió a Jesús, nos debe asombrar porque Mateo era un hombre de mucha riqueza. También en el recuento de Lucas leemos que Leví, que es el mismo Mateo, le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa.

Sin embargo, cuando leemos el libro de Mateo, esas cosas no aparecen. No menciona que lo dejó todo, ni menciona el gran banquete. Podríamos decir que Lucas es más detallista. Pero sentimos también que Mateo es humilde y por eso no cuenta la historia de la misma forma. Vemos que el carácter de Mateo puede impresionar a otros.

Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos.

Proverbios 27:2 (RVR 1960)

Si leemos el relato de la conversión de Mateo de Lucas y luego leemos el relato del propio Mateo, sentimos un equilibrio. Lucas quedó impresionado con Mateo y siempre meticuloso al escribir, por ser su estilo, nos muestra el carácter de este apóstol.

Podemos decir que Mateo, en su relato, nos muestra que estaba impresionado con Cristo. No se podía jactar de otra cosa, conociéndose, que no fuera de la misericordia de Dios. Podía sentir que su carácter había cambiado, pero su agradecimiento sobrepasaba el admirar su propio cambio.

Oremos por un carácter que impresione

De esa misma manera, tratemos de relacionarnos lo suficiente con Dios para que desarrolle en nosotros un carácter que impresione a otros. Pero no permitamos nunca que nos impresione a nosotros mismos. Que nunca nos alejemos de la admiración, respeto y reverencia aunado al agradecimiento que debemos sentir por el amor y la misericordia maravillosa de Jesús.


Elluz Peraza

CVCLAVOZ
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.